En esta vida experimentamos de todo, tanto lo bueno como lo malo. Podemos vivir fácilmente con lo bueno, pero nos cuesta hacer lo mismo con lo malo. Pero, ¿qué es realmente lo malo? ¿No tenemos todos experiencias muy dolorosas que, cuando miramos atrás, han resultado ser lo mejor que nos ha pasado nunca? ¿Perder una relación, y una vez superada la mayor parte del dolor, ver que era lo correcto para ti? ¿Perder tu trabajo, que no te hacía feliz, no te nutría? ¿Un agotamiento que creó tal crisis que necesitaste reinventar tu vida por completo, y mirando hacia atrás ves cómo fue la fase de crecimiento más tremenda por la que has pasado?

Los seres humanos anhelamos el equilibrio en nuestras vidas y tendemos a interpretar los "contratiempos" (incluso la palabra lo demuestra) como algo negativo. Pero, ¿y si esas experiencias "negativas" nos llevan de vuelta a lo que realmente, *verdaderamente* somos? ¿Y si esas experiencias resetean nuestra experiencia en este planeta, para que podamos vivir la vida que siempre se pretendió que viviéramos, después de que simplemente hayamos perdido el rumbo debido a un trauma, a la programación y a las expectativas de los demás?

Al movernos en nuestro cuerpo a través del tiempo y el espacio, estamos constantemente expuestos a todo tipo de frecuencias. La mayoría de las frecuencias no resonarán contigo, otras sólo cuando tú lo permitas, pero algunas golpean una vulnerabilidad. Las vulnerabilidades son vectores de tu geometría que están conectados a sentimientos programados como la culpa, la vergüenza y la penitencia. A medida que tu geometría evoluciona, somos capaces de redesign las conexiones de estos vectores de vulnerabilidad. Como si cogieras una goma de borrar y desplazaras una línea entre otros dos puntos que te resultan más beneficiosos. Nuestros cuerpos inteligentes hacen esto constantemente cuando reciben las instrucciones adecuadas. Pero al estar expuestos a frecuencias dirigidas específicamente a activar y mantener en nosotros una programación que lo impida, se nos plantea un reto.

Este Signo Sagrado te apoyará en el proceso de encontrar estas vulnerabilidades y simplemente sentarte con ellas y presenciarlas, para que puedan ser sanadas y transmutadas. A través de este proceso ayudas a tu cuerpo en la redsignación de tu geometría, sin las vulnerabilidades en tu campo personal.

Te invitamos a que compartas tu historia sobre una experiencia negativa que acabó desembocando en algo profundamente positivo.