Tenemos libertad para dirigir el barco y navegar por las aguas, pero la naturaleza decide dónde acabamos finalmente. Podemos intentar que las cosas funcionen, procrastinar la toma de decisiones o el paso a la acción, pero en algún momento la naturaleza interviene y toma las decisiones difíciles por nosotros simplemente haciendo que ocurran a través de nosotros mismos y de los demás. Esto puede ser algo que provoque miedo, pero también puede ser una fuente de profunda relajación. Tendemos a tomarnos muy en serio a nosotros mismos y estamos programados para creer que somos la especie más inteligente que existe. Pero en comparación con la inteligencia que es este universo, nuestras mentes son limitadas y apenas tenemos una visión general de lo que funciona y lo que no en nuestras propias vidas, por no hablar del panorama general. Todo lo que tenemos que hacer es recordar que somos una parte intrínseca de la naturaleza y que podemos volver a conectar con la corriente que siempre está ahí para guiarnos.

El cambio es algo que hay que aceptar, al igual que un diamante en bruto debe cortarse y pulirse para revelar todo su resplandor, también las cosas que considerábamos parte de nosotros (incluidas otras personas, trabajos, identidades y similares) deben cortarse y otras partes pulirse para brillar. No estás aquí para lo ordinario; estás aquí para brillar con una luz que no se ha visto en este planeta desde hace mucho, mucho tiempo. Estamos siendo empujados hasta nuestros límites y más allá, para construir claridad y fuerza, para traer toda la luz que somos a esta realidad.
No podemos llegar a ser las versiones más sabias, suaves, feroces y valientes de nosotros mismos sin que nos empujen, nos desafíen y nos pongan de rodillas y renunciemos a nuestra insistencia en saber más que el universo. Evitar las dificultades es inútil e intentar adormecerse, meter la cabeza en la arena o "salir de las cosas por disonancia cognitiva" ya no es eficaz. Sólo afrontar con valentía lo que esté ocurriendo interna y externamente te aportará la liberación que tan desesperadamente anhelas en momentos de desafío extremo.

Éste es un tiempo de maestría, de entrar plenamente en la brillantez que siempre ha estado dentro de ti. Liberándonos de todo lo que no sea amor, encarnaremos sólo lo que sea amor puro. Si los tiempos son difíciles para ti, recuérdate a ti mismo la forja de un diamante. Como este diamante, forjado bajo una inmensa presión, eres moldeado por cada experiencia, por cada dificultad que atraviesas. Cada faceta de tu ser refleja una luz, específica de tu configuración única, y sólo tú eres capaz de aportar lo que te corresponde ser y hacer. Nadie más puede hacerlo por ti y nadie más será nunca tan bueno como tú para ser tú. Tu presencia en este tiempo y tu luz única irradian ondas por todo el universo.

Este sacred sign lleva la frecuencia del refinamiento, la resistencia y la celebración. Te recuerda que cada reto ha sido parte de tu devenir, cada cambio una faceta que revela más de tu verdadera esencia. Confía en el proceso. Confía en tu viaje, por desafiante que sea. Recuérdate a ti mismo que cada reto conduce a más fuerza, más sabiduría, más suavidad, más bondad, más comprensión. Cada reto está ahí para sacar a la luz la belleza más profunda que hay en ti. Eres una obra maestra en perpetuo movimiento y eres el recipiente a través del cual ya se está estableciendo el cambio en este planeta. Tu presencia importa, independientemente de lo que hagas o dejes de hacer. Tu luz toca a todos los demás seres vivos del planeta.

Tú eres la diamantebrillando cada vez más hasta que no haya más que la luz más hermosa y amorosa.